Viajar a Cali es como entrar a un mundo donde la música, la alegría y el calor humano se sienten en cada rincón. Cali, en el corazón del Valle del Cauca, no es solo una ciudad; es un hervidero de salsa y cultura. Desde que pisé esta tierra, me di cuenta de que aquí la salsa no solo se escucha, sino que se vive y se baila en cada cuadra. Los caleños, con esa energía, se entregan a la música como si fuera el alma de la ciudad.

Turismo en Cali

Uno de los primeros lugares que visité fue el Monumento La Trompeta de Niche. Qué cosa tan impresionante. Estas gigantescas trompetas, símbolos del Grupo Niche, son tan grandes que puedes entrar en ellas, y mientras te adentras, te acompaña la música de salsa que suena en el ambiente. Es como un homenaje en vivo a la música que tiene tan arraigada a esta ciudad.

Luego, no pude dejar de ir al Museo Jairo Varela, que está en la plazoleta que lleva su nombre. Este lugar está dedicado al gran maestro Jairo Varela, el fundador del icónico Grupo Niche. En el museo, pude ver de cerca objetos que marcaron su vida, desde premios hasta instrumentos musicales, pasando por discos que hicieron historia en la salsa. La réplica de su estudio de grabación me permitió sentirme más cerca de la magia que él creó. Es un sitio que respira música, arte y la memoria de uno de los más grandes íconos caleños.

Otro lugar que me sorprendió fue La Linterna, un taller de impresión que no es solo eso. Aquí, se respira historia, nostalgia y el arte de la tipografía antigua. Usando la técnica de grabado en linóleo y tipos móviles, en La Linterna han creado carteles que hoy en día adornan hoteles, restaurantes y hogares de la ciudad. Desde carteles de conciertos hasta imágenes artísticas, cada pieza tiene su propio encanto y cuenta una historia. Es un lugar perfecto para los que aprecian el arte clásico y la tradición.

Claro, también me di una vuelta por el Boulevard de la Avenida Colombia, mejor conocido como el Boulevard del Río, que está al lado del río Cali. Este es uno de esos sitios que tiene de todo: historia, cultura y una vibra única. Es el punto de encuentro tanto de caleños como de turistas, y es imposible no dejarse llevar por su ambiente relajado y lleno de vida. En el Boulevard se pueden ver varias esculturas y monumentos, como el busto de Alexandre Pétion, un prócer haitiano, o las famosas gatas del Gato de Tejada, unas figuras que han quedado grabadas en la memoria de los caleños.

En este lugar también se siente el espíritu cultural de la ciudad. Durante las fiestas navideñas, el Boulevard se convierte en el centro de los alumbrados y eventos culturales. La gente se reúne a disfrutar de los adornos, las actividades artísticas y el espíritu festivo que inunda todo el lugar. De verdad, Cali tiene algo especial, una energía que es difícil de describir, pero que te atrapa en cuanto llegas.

Cali no solo es música y arte; es un lugar donde la gente es cálida, servicial y siempre dispuesta a hacerte sentir como en casa. Es una ciudad que te invita a dejarte llevar por su ritmo, a disfrutar de su historia y a compartir con su gente. Te aseguro que si la visitas, no solo te enamorarás de la salsa, sino también de su gente y de su inigualable sabor de vida.